"Todo el mundo gana" ¿Cómo conseguir que esto sea realidad en el mundo de los negocios?

 

Los empresarios y personas, en general, están demasiado ocupadas y preocupadas con los plazos interminables que encaran diariamente. 

 

En los negocios el tiempo es dinero. Cuando el tiempo pasa y no hay dinero, no se está generando negocio. Queremos recordar la definición de negocio: Ocupación, actividad o trabajo que se realiza para obtener un beneficio, especialmente el que consiste en realizar operaciones comerciales, comprando y vendiendo mercancías o servicios.

 

Cuando el tiempo pasa y no hacemos dinero nos sentimos frustrados y desdichados. Cuando nuestro cerebro tiene su principal enfoque en estas sensaciones, disminuye la creatividad, el ingenio para resolver problemas y buscar soluciones y nos volvemos más y más pesimistas, a la par que egoístas, centrando toda nuestra atención en las necesidades y deseos individuales. ¡Lógico! -dirá nuestro diálogo interno.

 

Resulta que, desde la investigación neurocientífica, -si realmente quieres tener un negocio exitoso y hacer bastante dinero -no te puedes permitir ser egoísta. Necesitas desarrollar empatía, amabilidad y cierto grado de generosidad con los demás: con socios, clientes e incluso con tus competidores. 

 

Un campo de estudio creciente llamado Neuroeconomía proclama que necesitas desarrollar lo que hoy se llama "conciencia social": Las nuevas investigaciones hacen un reclamo valiente que dice que si tú cuidas primero de otros -dándoles el mejor consejo y apoyo que puedas, ellos cuidarán de ti en otro momento*. De hecho, muchas especies animales se comportan altruistamente para conseguir cooperación y recompensas futuras de otros *.

 

 

 

Esta conciencia social tiene pleno sentido si recordamos los orígenes del comercio: El comercio inicia cuando el hombre comienza a vivir en sociedad. Comenzaron a surgir nuevas necesidades para mejorar las condiciones alimenticias, de vestido y vivienda. En lugar de que un hombre cubriera todas sus necesidades (buscar alimento, vestido, vivienda, etcétera), se especializa en una actividad e intercambia sus bienes por otros con personas que se especializaban en otra actividad. En un principio se utilizaba el sistema de trueque, es decir, el intercambio directo de un bien por otro de similar valor...

 

La investigación muestra que trabajar la conciencia social aumenta la empatía, la compasión y el cuidado por los demás. Simultáneamente mejoras tus tomas de decisiones, principalmente aquellas que afectan a la vida de los demás tanto como a la tuya; ayuda a crear lazos de confianza, esos que recíprocamente enriquece a empresarios y clientes.

 

Investigaciones recientes también muestran que los emprendedores codiciosos terminan consiguiendo menos clientes y empleados más insatisfechos.

 

Es evidente que si entramos en un negocio y no se nos atiende con atención y trato cuidadoso, nos sentimos decepcionados e incluso, tendemos instintivamente a reaccionar con hostilidad, haciéndose muy difícil que regresemos una segunda vez. 

Despertar la conciencia social es una elección y una práctica diaria, pero al hacerlo, aumentas tu capacidad para generar más riqueza tanto para ti como para otros.

 

 

Como recordamos antes,  el comercio comenzó con el intercambio para la satisfacción de las necesidades de forma recíproca. Es un atributo poderoso que favorece las relaciones y los acuerdos. La puedes aplicar directamente en los negocios y usarla para tomar decisiones financieras y acciones que afectan el bienestar social de otras personas.

RESUMEN:  

La investigación neuroeconómica contemporánea ha  demostrado que los viejos modelos de negocios que promueven la competición egoísta están obsoletos y son menos gratificantes financieramente en comparación con los modelos más nuevos que enfatizan la equidad y la generosidad. Esto sucede porque la gente se resentirá e instintivamente castigará a aquellos que son codiciosos e injustos con ellos.

 

La fundación de lo que se llama conciencia social consiste en girar nuestra atención hacia las necesidades, sentimientos y deseos de otras personas. 

 

*Si pensamos en clientes, los trataremos como algo a cuidar, por lo que preocuparse y brindarle una experiencia inolvidable.

 

*Si pensamos en colegas de profesión, llamémosle competidores, demostrar un deseo genuino de ser justos y amables creará un escenario ganador para todos. Se hará más fácil y ventajoso crear asociacionismo, diseñar mejores estrategias para hacer negocio, promocionar productos, conseguir fondos para financiar proyectos de mejora y dinamización, crear lazos de confianza fraternales, recibir consejos y, entre todos, conseguir una economía próspera y reconfortante.

 

Y sin dejar atrás el inapreciable valor de la cooperación y colaboración que es el poder regresar a casa, después del trabajo diario, con una mayor satisfacción y sensación de relax.

 

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